El crecimiento de la cosmética natural ha llevado a muchas marcas a promocionar sus productos como "eco", "bio" o "naturales". Sin embargo, no todos cumplen con estos estándares y algunas empresas utilizan estrategias de marketing engañosas, conocidas como greenwashing, para aparentar ser más ecológicas de lo que realmente son. En este artículo, te enseñaremos a identificar productos realmente naturales y evitar caer en falsas promesas.
1. Revisa la lista de ingredientes
Engaño común: Algunas marcas resaltan en grande ingredientes naturales en la etiqueta, pero en realidad los incluyen en cantidades mínimas.
Cómo evitarlo:
Busca ingredientes naturales al inicio de la lista (los que aparecen primero están en mayor concentración).
Evita productos con parabenos, sulfatos (SLS, SLES) y siliconas.
Prefiere ingredientes con nombres botánicos.
2. No te dejes engañar por el empaque
El diseño del envase puede ser muy engañoso.
Engaño común: Usar colores verdes, imágenes de hojas y frases como "con extractos naturales" cuando en realidad el producto contiene químicos sintéticos.
Cómo evitarlo:
Revisa los ingredientes.
Prefiere envases reciclables o reutilizables.
Ejemplo: Un champú que dice "con aloe vera" pero tiene Lauril Sulfato de Sodio(SLS) como primer ingrediente no es realmente natural.
3. Investiga a la marca
Conocer la filosofía y transparencia de la marca es clave para saber si realmente es natural.
Engaño común: Marcas que lanzan una "línea natural" dentro de su catálogo pero siguen produciendo cosmética convencional.
Cómo evitarlo:
Lee la historia de la marca en su sitio web.
Busca opiniones de otros consumidores.
Prefiere marcas pequeñas y artesanales con valores ecológicos.
Ejemplo: Marcas que comparten detalles sobre su producción y obtención de ingredientes suelen ser más confiables.
Conclusión
No todo lo que dice ser "natural" realmente lo es. Aprender a leer etiquetas, buscar certificaciones y analizar los ingredientes te ayudará a tomar decisiones informadas y elegir productos que realmente beneficien tu piel y el medio ambiente.
Consejo final: No te dejes llevar por el marketing. ¡Tu piel y el planeta te lo agradecerán!